viernes, 30 de noviembre de 2012

Solo unas horas.



Estamos a unas horas del cambio de estafeta Presidencial.

Se va un sexenio de muerte, de guerra; de un Presidente gris que tuvo un paso decadente, un Presidente que no supo mantener a su agonizante partido en el poder y que al final quebró las columnas que aun lo sostenían.

Pues bien, el poder será otorgado a un personaje aun mas oscuro, con un pasado mediocre en la Política y un apadrinamiento que viene desde las cúpulas mas fuertes del País, los círculos que durante años han gobernado tras bambalinas, saqueando nuestros recursos y monopolizando los sectores, dejando un poco de las sobras a los millones que soportamos sus decisiones.

La banda presidencial será portada por un hombre ignorante, mal preparado, con curriculum de violencia y pobreza, con el más viejo y sanguinario PRIismo impregnado.
Un hombre que cumple su capricho de ser Presidente, a costa de lo que sea.

La democracia está muerta.

Nunca fue tan cínica una elección, nunca con tantos medios, nunca con tantas voces, nunca con tantas evidencias, nunca con tanta miseria.

Tendremos, pues, un Presidente que nos fue impuesto desde hace 5 años, con la costumbre de siempre pero utilizando medios distintos.

Estamos también confirmando que México es egoísta, un México donde ya nadie piensa en aquellos que le rodean, un México donde chingar es sobrevivir y no es posible compartir un triunfo.

La elección Presidencial, con todo lo que esta trajo, fue desastrosa.

No es posible elegir libremente cuando la mayoría de Mexicanos viven presos entre muros sin cultura, sin Educación, mal alimentados, con crimen y violencia como parte de su entorno.

Hoy siguen siendo minoría los que ven fuera de casa, los que proponen, los que se informan y los que actúan.

Lo cierto, también, es que no depende en su totalidad de la clase social.

Mientras millones viven en la pobreza, privados de muchos derechos y servicios elementales, otros mas viven para formar trogloditas; generadores de dinero que se inclinan a la conveniencia personal sin importar la mano que pisan.
Coloquialmente dicho, muchos están en la búsqueda del mejor postor para ofrecer las sentaderas como pago de lealtad.

Tuvimos frente a nuestros ojos un sinfín de comunicados, pudimos observar la trayectoria de los Presidenciables.

Conocimos sus hazañas y observamos sus demonios, pudimos valorar y decidir.

Muchos jóvenes tomaron la palabra y formaron movimientos que al final fueron inútiles, demostrando de nuevo que ese poder tan violentado por Diaz Ordaz (PRIista) ha quedado sepultado, dejando en su lugar una estela de “Revolucionarios” sin oficio, teniendo en los mas sobresalientes a nuevos y futuros comunicadores y sirvientes del sistema que tanto han aberrado.

El sistema funciona, pese a todo, por la falta de responsabilidad del Mexicano.

Por la falta del deseo a superarse, por la mediocridad y el conformismo.
Por el “peor es nada” y el “que robe pero que deje robar”, por el “chingo yo” y el “mas vale malo por conocido”.
Ha triunfado gracias a la nula unión del País.
Ese sistema que muchos repudian hoy es poderoso, esta armado y ha ganado con justicia a un pueblo que lo ha permitido con su “agachonismo”.

Fue divertido mentar al Elegido durante estos meses.

Hoy, con lágrimas en los ojos, veo a mi país hundido en su propio fango.

Colgado en su propia horca.

Cegado en su codicia, dependiendo de sus instituciones tan negligentes e inútiles.

Tolerando con impotencia al burócrata que vive de su impuesto y le trata como a un esclavo.

Temiendo al policía y al militar que sirven al Narco, un ente organizado y poderoso.

Solo unas horas.

Solo ese grupo de minutos nos separan de la mediáticamente llamada “Nueva Era”.

Comienza el nuevo ciclo de un PRI que se dice nuevo, lleno de viejos conocidos tricolores, lleno de viejas mañas.

Un nuevo PRI que pasó de ser calvo a portar un estético copete.

Si Dios existe, ha sido justo con México, el país mágico donde el pueblo tiene al Gobierno que merece.

La lucha sigue.

Aun podemos cambiar el panorama si cada uno voltea a su alrededor y localiza esa parte donde puede ayudar.

Cada uno puede marcar la diferencia.
Existen pasos muy sencillos para formar una verdadera sociedad:

Eduqemos al iletrado, respetemos al indígena, rescatemos nuestras raíces culturales, compremos al productor local, fomentemos el dialogo, regalemos sonrisas, demos la mano al caído enseñándole el poder del trabajo, exijamos nuestros derechos, cuidemos nuestros recursos, valoremos nuestras riquezas y leamos para el cultivo.

Comencemos de la mano a construir un México que vive en ruinas.

La responsabilidad recae en cada uno de los que habitamos y amamos este hermoso y glorioso país.

¡Viva México, cabrones!


Amaury Sahagùn.

1 comentario:

Larisa dijo...

Muy sabias palabras Amaury me gusto mucho, gracias por compartir tu pensar y sentir, aunque no encontremos la forma de expresarnos es sin duda la opinion que muchos compartimos espero que dejemos ya a un lado nuestro entumecimiento mental y hagamos algo para cambiar lo que a todos nos afecta y solo a muy pocos beneficia, ojala este sexenio no sea como los anteriores en el que solo nos quejemos sin hacer nada, que sea el principio para unir fuerzas y mejorar un pais y su ciudadania que sin duda merece ser mejor de lo que es.